
El tema es que por esos años (y muchos años después) se emitia la serie documental "El mundo submarino de Jacques Costeau". A mi siemplemente me fascinaban los hombres rana.
Entonces luego de ver un episodio, agarraba el cinto de mi padre, y lo usaba para sujetarme una botella en la espalda (tal cual tanque de oxígeno) y con unas pantuflas grandes y un par de lentes viejos -cual escafandra- jugaba a estar sumergido entre extraños seres.
Entoces recorria el cuarto de un lado a otro nadando en el aire, haciendo piruetas con los brazos.
Quizás pronto con Mateo estaremos explorando profundidades abismales, cual valientes exploradores de los 7 mares.
2 comentarios:
Ay usted Mr Wolf me está tentando a buscar progenitor. Es de tal ternura este post, que no tengo mas palabras para expresarle. Es usted una ternura, un empalague. Por eso le tengo tanto cariño. Es decir, por algo será...
Fa sí que volaba la imaginación en aquellas épocas. Era maravilloso lo que lograbamos. Pa qué nostalgia qué lo pario!!!
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