martes, 22 de abril de 2008

Lo que hay que soportar...


El único placer que tiene el levantarme bien temprano un domingo es que si lo hago significa que voy a correr una carrera del campeonato de la AUU.
Este domingo motivarse requirió un plus ya que la carrera fue en la república independiente de Sayago, de decir que tuve que viajar en un 468 casi de un destino al otro, pero la anécdota va por otro lado.
Resulta en la misma parada que aborde, lo hice junto a una parejita de vecinos y su hijo; “Rafa” un nene de 4 años.El nene, Karina y yo tenemos buena onda, si bien yo no soy un vecino muy abierto, este niño sin más comenzó a rondar por casa este verano y la verdad que es simpático tenerlo un rato haciendo preguntas inquietantes y jugando hacer garabatos juntos.
En fin, al subir al bus, Rafa, no quiso sentarse con sus padres y cruzo a compartir el asiento conmigo. Con un simple cruce de miradas con los padres coordinamos que todo bien, el nene viajaría a mi lado hasta que se aburriera. Rafa no quería conversar mucho, lo que quería era no tener que ir en la falda, tan solo de explayo me contó brevemente que lo llevaban a la cancha a ver al “Guillle” que aparentemente juega en Danubio o algo parecido.
Sin más cuando estábamos llegando al buceo un torrente de viejos abordo el bus, al comienzo una señora y luego una viejita a la cual le cedieron el asiento justo delante de mí. Fue en eso que la señora parada al lado de Rafa me increpo a viva voz.
¿Pero no te da vergüenza? ¿Por qué no llevas a tu hijo en la falda? ¿Esos son los modales que le enseñas? ¿Cuándo tu señora estaba embarazada te gustaba que viajara parada?.. Pero que vergüenza, que mal padre! –Se fue a los gritos hacia al fondo-
Yo sin poder decir una palabra, la miro y veo que al fondo aún habían asientos libres,
Rafa no entendía nada, los padres me miraron como sin saber bien que hacer.Mi gesto de dignidad fue decirle al papá “No déjalo acá que en el bus hay lugar”.Sinceramente, sentí unas ganas enormes de levantarme e ir al fondo a increparle el atrevimiento a esa miserable mujer. ¿Pero que de decirle?.
Ese nene no es mi hijo? Bueno que se yo mío no es, pero como que uno no tiene que andar explicando esas cosas. Reconozco que cierta funcionalidad puede haber en el razonamiento de la mujer, pero ¿Qué es más importante para esta sociedad, que viaje seguro un viejo o un niño? ¿Qué me vio cara de cura pedrastra para andar subiéndome a la falda niños ajenos? ¿Por qué un niño pequeño no tiene derecho de viajar sentado, sólo por no pagar boleto?. ¿Por qué vivimos rodeados de viejos estupidos que se meten en todo lo que no le incumbe, sobre todo en lugares públicos y a los gritos?.
En fin sentí mucha bronca pero me la aguante, cerca de la cancha Rafa y sus papás se bajaron y yo enseguida busque a la señora con la vista… pero ya no estaba.Quizás ya de arranque soy mal padre.

martes, 15 de abril de 2008

Sensación termica

Digamos que siendo un residente suburbano, tenía una virginidad intacta (en materia de ser victima de un delito). Lo cual estadísticamente me mantenía en una minoría muy afortunada entre mis conocidos. Pero en esta vida todo llega y el primer viernes de abril fue mi gran día, mi debut en el papel de cordero urbano (nada de señor lobo cuando te encañonan). En fin me despojaron de mi hermosa bicicleta, mi noble mochila que a su vez estaba llena de esos pequeños artefactos que nos acompañan en estos tiempos modernos; Celular, Mp3 y mis nuevos y glamorosos lentes de sol (que comencé a pagar esta semana). El tramite fue rápido, la emboscada muy adecuada para la situación, detuvieron mi marcha en una curva cerrada que no me dio posibilidad alguna de esquive u otra acción evasiva.
A los pocos segundos los veía perderse en la oscuridad con mi bicicleta y sus destellantes farolitos…
Bueno, uno ya sabe el consuelo de todos: al menos no te pasó nada, tuviste suerte etc.
Luego el espeluznante sentido de la justicia del pueblo: “hay que matarlos a todos!” “En que país vivimos? A esos hay que colgarlos de un palo y que se los coman los perros” etc.
Conclusiones:
1) Me asustan más los que me quieren consolar con esos comentarios que los delincuentes que me asaltaron.
2) Usar mucho material reflectivo, luces, casco de seguridad y demás te hace visible para los conductores y más para los delincuentes, que espero que hallan pensado: “ vamo’ a darsela al arbolito e navida!”
3) Enroscandome en lo sucedido solo puedo alegrarme de algo; me tocó pero aún no tengo miedo y tampoco quiero salir a matar a alguien, así que se callen todos esos que andaban diciendo “a ver si te pasa a vos que pensas”.